viernes, 27 de marzo de 2009

Las cuevas de Cunchuhuillo y Del Burro.

Muy cerca de la ciudad de Juanjuí, existen hermosas cuevas como las de Cunchihuillo, la del Burro y otros.Cuentan que hace cientos de años atrás, en la tribu Hibito (etnias chachapoyanas andinas) establecidos en el sector de Pachicilla, había un valeroso joven guerrero que se atrevió a enamorarse de la hija del cacique Llullunco de los Cholones (etnias amazónicas) establecidos en la quebrada de Chacho.
Durante largo tiempo se veían a escondidas y se amaban bajo las sombras de la noche, la única testigo era la luna, quien se volvió cómplice y ocultaba todo.Una noche, como de costumbre la hija del cacique Llullunco salió a encontrarse con su amado, después de estar largo rato, la princesa quiso regresar pero, en ese momento cayó una torrencial lluvia y no pudo retornar. Su papá que la amaba mucho, siempre se preocupaba, sobre todo cuando llovía fuerte como esa noche, fue a verla a su cuarto para abrigarla y cuidarla.
Grande fue la sorpresa cuando no la encontró; la buscaron por todas partes, mandó a todos sus hombres para que la buscaran pero no dieron con ella. Al día siguiente, la princesa regresó, y dijo que había salido a pasear sola por el bosque y no pudo regresar por la lluvia. Su padre furioso la recriminó y no creyó que estaba sola. . Mandó a llamar al brujo para que le dijera la verdad; el brujo hizo su rito en una fuente de agua y no podía ver quien era el hombre con quien estaba la princesa, cuando estaba a punto de reconocerlo, la luna se interponía, reflejándose en el agua, entonces pensó ¡ah!, la luna es la sabedora.
Cuando el cacique Llullunco llamó al brujo para saber la respuesta, él dijo que no había podido saber porque la luna no se lo dejaba y, estaba seguro que ella sabía algo. El cacique mandó a llamar a la luna y ella reflejó en la fuente y no pudo ocultar lo que sabía, con mucha pena, contó quien era el joven con quien se veía su hija a escondidas.El cacique Llullunco al enterar se que el joven al que su hija amaba pertenecía a la tribu eternamente enemiga, se volvió loco de furia, y mandó a traer a su hija para enterrarla en el sector de Cunchuhuillo, haciendo pequeñas cuevas y este entierro lo hizo con seis de sus mejores soldados para que la custodiaran y cuidaran, para que nunca más pudiera amar a nadie.
El joven guerrero hibito, al enterarse de este hecho, quiso rescatar a su amada, pero no supo el lugar donde fue enterrada. Con un grupo de guerreros, hicieron grandes excavaciones formando las cuevas que en la actualidad la llamamos cuevas del Burro y de Cunchuhuillo. Dentro de ellos se escuchan lamentos de los burros y se dice que los guerreros trabajaron como burros por querer rescatar con vida a la amada del guerrero hibito.
Hicieron muchos pasadizos subterráneos como laberintos en este sector, logrando encontrarla muerta junto a sus custodios con la que fue enterrada. Antes de su muerte, su amada lloró bastante; sus lágrimas se convirtieron en estalagmitas y estalactitas y allí existe una escultura de la princesa con el rostro de tristeza y los guerreros se convirtieron en murciélagos para cuidar y proteger a su princesa y de allí hasta la fecha, las estalagmitas y estalactitas, siguen creciendo en todas las áreas de las cuevas existentes en el sector de Cunchuhuillo y los murciélagos siguen aumentando.
Luego de enterrar a su amada el joven guerrero hibito, decide abandonar las tierras de Pachicilla, porque esas tierras le traían muchos recuerdos de su amada y fueron a establecerse en otro sector al margen del río Huayabamba, fundando el poblado de Pachiza.Para llegar a estos atractivos turísticos que se encuentran cerca de la ciudad de Juanjuí, se puede tomar un mototaxi hasta la Bocatoma con un tiempo aproximado de 2 kilómetros. De la Bocatoma hacia las cuevas de Cunchuhuillo, lo hacemos a pié en tres horas y veinticinco minutos (6 Km) o también todo el recorrido lo podemos hacer a pié o a caballo.

Yacumama de Cocha Huañushca


El origen de la existencia de Cocha Huañushca no se conoce, pero sí hay información de los años 1700, de la existencia de tribus amazónicas que se habían asentado en esos parajes. Era territorio del cacique Llullunco, el último, que vivía en los márgenes de la quebrada de Chacho, luego vino la inmigración lamista que se estableció en la quebrada de Juanjuicillo, cuyo nombre fue traído de Lamas.

Todas estas comunidades indígenas, tuvieron miedo de poblar en el sector de Atún Pampa, vocablo quechua que quiere decir llanura grande.Muy temida por los nativos, por la existencia de una serpiente gigante o Yacumama, madre del agua, temor que se rompe cuando llegan los españoles; don Gaspar López Salcedo y Pedro Vásquez. Estos reubicaron a la población indígena de la quebrada Chacho y de la quebrada Juanjuicillo hacia Atún Pampa, al márgen del río Huallaga, donde se fundó la ciudad de Juanjuí, de allí esta población fue creciendo y se pobló en las cercanías de Cocha Huañushca. Llegando a construirse la carretera Marginal, hoy Fernando Belaunde Terry, en la falda del cerro que rodeaba la temida cocha.

Bueno, para que entiendan, les comentaré la historia y leyenda de la Cocha Huañushca y su Yacumama:
En la parte nor-oeste de Juanjuí, cerca al cerro, existía una cocha que sus aguas estaban cubiertas de algas, sus costados de árboles frondosos y tenía color oscuro. Allí habitaban shirúis, serpientes Y aves de toda clase. Esta cocha era bastante chupadera, un pantano, de hundirse fácilmente y difícil de entrar ya que tenía una apariencia tenebrosa. Los árboles de todo tipo hacían mucha oscuridad, a la vez tenían formas extrañas que causaban temor.

Toda la población tenía miedo sobre lo que habitaba en el interior de la cocha. cuentan que cuando se acercaban a pescar o cazar, empezaba haber temblores, la cocha reventaba, y empezaba a soplar viento fuerte, luego empezaba a llover, los cazadores se aterraban y tenían que salir corriendo de ese lugar, y como si alguien los siguiera, los árboles comenzaban a caer tras de ellos, creando así un gran misterio. Iban a cazar en la zona de la laguna por la abundancia de animales.

Cada vez que había fuertes lluvias, La cocha rebalsaba casi todo Juanjuí, pero seguía el misterio y miedo sobre ese lugar, Muchos suponían que esa cocha tenía madre, era un yacumama, que siempre merodeaba por los caminos de los moradores. Con tanto misterio, los pobladores le dieron el nombre de Cocha Huañushca, que quiere decir, agua muerta, por la relación que tenía entre la yacumama y la cocha.

Por los años de 1980, se inician las obras de reconocimiento y limpieza de toda la superficie del nuevo eje del aeropuerto. Para ejecutar las obras de drenaje y disección de Cocha Huañushca, Los trabajos estuvieron a cargo del Concejo Municipal .
Los canales de disección que parten de las orillas de Cocha Huañushca, lo encausaron por la parte norte hacia el río Huallaga a base de drenajes y alcantarillados. Al término de su construcción, esta cocha empezó a perder sus aguas y existiendo una narración de don Antonio Valles, un morador que vive en el barrio de La Merced, estaba caminando a su chacra por la quebrada Bullangada que da a Cocha Huañushca. Por medio camino vio pasar un enorme tronco con una cabeza horrorosa, unos ojazos y orejas grandes, tanto se sorprendió que quedó inmóvil y sólo su caballo, se agitó ayudándole a reaccionar.
Fue por primera vez que vio esa serpiente gigante; toda la población coincidía que aquella, era el yacumama que vivía en Cocha Huañushca.
Aquí cosas misteriosas pasaban, pero dicen que unos pobladores encontraron en un camino cerca de la quebrada de Bálsamo, un tronco inmóvil de dos metros de altura y veinte metros de largo, su cuerpo estaba cubierto de algas y yerbas, los pobladores dijeron: ¡cómo, si no ha llovido, ni ha crecido la quebrada para que este tronco haya amanecido aquí! Que raro. Todos se hacían esa pregunta cuando pasaban por ahí.
Luego llegó la tarde sin presagiar que algo se escondía detrás de un misterio y al amanecer, los pobladores volvieron a sus chacras como de costumbre y la curiosidad estaba en el tronco, pero se dieron con la sorpresa que no encontraron nada, sólo flema, y zorrapa por todo el lugar. Ellos siguieron ya que ese bulto, había hecho un camino hasta llegar al río Huallaga; Dedujeron que el yacumama de la cocha se fue hasta el río Huallaga porque la cocha había perdido su volumen de agua por la disección que sufrió.

Después de la salida del yacumama de Cocha Huañushca hacia el río Huallaga, se tejen muchos comentarios sobre la presencia de esta serpiente, creando asombro y zozobra en los pobladores que habitan en el margen del río Huallaga, en especial a los QUE viven en los alrededores.

Esta serpiente aparece en tiempo de verano donde muchos dicen que lograron verla pero, el caso es como cuentos y leyendas por la no existencia de pruebas demostrativas. Existiendo muchos cuentos y leyendas descriptivas escritos por diversos autores.

Estos comentarios, especialmente en tiempo de verano, en la población de Juanjuí y alrededores se hace más frecuente y nos da la certeza de que sea real la aparición de esta serpiente, motivo por el cual, invitamos a los turistas que visitan la ciudad de Juanjuí, investigar este caso muy especial que se está desarrollando en nuestra zona.

Chullachaqui



El Chullachaqui es un enano o un demonio del rainforest cuyo nombre proviene de los términos quechuas para "disímil" (Chulla) y "pie" (Chaqui), esto es “los pies disímiles.” Según la leyenda de Iquitos, este enano del bosque tiene la habilidad para transformarse en cualquier otra persona que él desea para engañar visitantes o las personas locales viviendo en la selva.


Él puede aparecer como un miembro de la familia o un amigo, conduciéndoselos hacia caminos equivocados, yendo más profundo y más profundo en la selva y luego dejándolos allí, perdiós. Para un niño, el Chullachaqui muchas veces aparecerá como otro niño u otro compañero de juego.


En este disfraz, el Chullachaqui malvado tratará de atraer con engaño al niño en el bosque para ponerse perdido. La única forma para descubrir la identidad verdadera de Chullachaqui es mirar a sus pies, como uno de sus pies es deformado. Consecuentemente, él tratará de esconder sus pies. Estando descubierto, el Chullachaqui escapará en la selva.


Según esta leyenda de Iquitos, un muchacho fue con sus padres para la selva para recoger leña. Los padres dejaron el niño solo por un momento para recoger algo de leña y él jugaba en un espacio abierto cuando él vio qué apareció ser otro niño de la misma edad en un árbol distante.


El niño en el árbol le llamó por señas para venir, pero el niño no salió del espacio abierto, prestando atención a la advertencia de sus padres que no deambular por fuera en el bosque. Cuando los padres del niño regresaron, el niño contó a sus padres sobre el niño en el árbol.


Los padres supieron que nadie vivió en el área y fue en busca del niño en el árbol, sino no encontró ninguna cosa, justamente las huellas extrañas que pareció haber estado hecha por un enano con un pie deformado.

Curinaya Wiracocha

Cuenta la leyenda peruana que en épocas prehispanicas vivía en el valle de Lurin una hermosa muchacha, de la cual se había enamorado el dios Curinaya Wiracocha, quien dentro de sus excentricidades tenia por costumbre aparentar ser un pordiosero en las reuniones de los dioses hecho por lo cual lo apodaron el "Piojoso".
Siendo un día que Curinaya observaba a la linda muchacha, sin atreverse a confesarle su amor por temor a ser rechazado, decide convertirse en colibrí y dejar su semilla de vida en un fruto , del cual comió esta muchacha y en seguida quedo embarazada.

Con el tiempo el niño creció y al cumplir 2 años ya la madre decidió que su hijo debía tener a su padre, es entonces que convoca a una reunion a los dioses para encontrar al padre de su hijo. Ya en la reunion los dioses le dijeron a la madre como haría para saber quien era el padre del niño, entonces a la muchacha se le ocurrió que el niño por instinto debía saber, así que lo dejó en el suelo para que el hallara a su padre, acto seguido el niño se fue acercando lentamente al "Piojoso" Curinaya Wiracocha, es así que la madre sorprendida por este hecho y dándole vergüenza agarra al niño y sale corriendo de la reunión no dándose cuenta que Curinaya Wiracocha se había transformado en su verdadera apariencia, un hombre fuerte y hermoso.

Luego de que la nuchacha saliera con su hijo de la reunión Curinaya salió a buscarlos, llegando ya muy tarde cuando la muchacha en su desesperada corrida se había adentrado al mar y se había ahogado con su niño y esos serían los dos islotes, el más grande la mama y el más chico su niño que Curinaya Wiracocha después habría convertido en piedra para inmortalizarlos.